Lunas que pasan

jueves, 28 de abril de 2011

Un poquito de por favor...

Nunca pensé que utilizaría este blog para hablar de fútbol y, aunque pueda parecerlo, no lo voy a hacer. Hablo de personas:

Hace menos de un año todos estabamos unidos cantando y gritando orgullosos que SOMOS ESPAÑOLES, pues bien... a mí ahora mismo me da vergüenza serlo. 

Parece que a veces se olvida que el fútbol, por mucho dinero y por muchas masas que mueva, es un deporte.
Parece que todas las frustaciones que encontramos en nuestra vida diaria, las volcamos en aquel que pertenece al equipo contrario. No sé si es culpa de nosotros mismos, de los propios futbolistas o de lo medios de comunicación, a los que sólo les falta darnos un par de armas y reunirnos a todos a la salida del estadio. 

Poca gente va a leer esto, pero al que lo lea, le pido que recuerde que no es una guerra, que al día siguiente sea cual sea el resultado, su vida va a seguir tal cual (exceptuando las burlas de los compañeros del equipo contrario). Comprendo las emociones que nos pueden despertar ciertas ocasiones deportivas, pero no comprendo las faltas de respeto ni la intolerancia (y espero no comprenderlo nunca). Y esto va por todos, me da igual el color de la camiseta. 

Ayer vi el partido con unos amigos y grité, salté, me enfadé, incluso se me escapó algún insulto (y de los gordos, no soy precisamente un ejemplo a seguir) pero al llegar a casa y conectarme a Twitter aluciné... Nos pierde la boca señores.

La actitud de muchos futbolistas en el campo la noche pasada dejo muchísimo que desear, pero la de muchísimos de nosotros no fue para menos.

A veces a todos se nos olvida (a futbolistas, entrenadores, prensa... y seguidores) que lo que tenemos delante son PERSONAS, por esto pido que no actuemos como ANIMALES.




"Mientras el tigre no puede dejar de ser tigre, no puede destigrarse,
el hombre vive en riesgo permanente de deshumanizarse." Ortega y Gasset

viernes, 15 de abril de 2011

Hilo de Luna

Tengo 22 años y a veces siento que he vivido 80.

Ninguna vida es "fácil", para cada uno sus problemas son los más serios, por eso mismo, porque son SUS problemas. Cuando comprendí eso fue cuando comencé a estudiar psicología, a los 18 años. No se si fue empezar la carrera o la edad, pero desde entonces he aprendido muchísimo y he descubierto la mayoría de las cosas que hoy me hacen ser quien soy, con mis virtudes y defectos (más abundantes estos últimos).


Este último año en especial, he descubierto que no hay que dar nada por sentado. Antes necesitaba tener las cosas bajo control y verdades irrefutables, quizás para sentirme más segura. Ahora se que el que es inseguro, lo va a ser incluso teniendo todo asegurado.

He aprendido que siempre es más fácil hacerlo mal que bien: Es más fácil engordar que adelgazar, es más facil mentir que dar la cara, es más fácil rendirse que luchar, es más facil hablar que escuchar y lo peor de todo, es más fácil LLORAR QUE REIR.

También, que los amigos van y vienen y no hay que hacer otra cosa por evitarlo que no sea ser nosotros mismos. Es más facil aceptarlo si aprendemos a decir "HASTA SIEMPRE" a los que estuvieron ahí pero, que por unas cosas o por otras, ya no están, y "HASTA NUNCA" a los que nunca han estado.

El mayor problema de la amistad es que las personas cambian y eso cambia las cosas ( ¿O es al revés? ). Un profesor mío decía que el que con 20 años es tonto, con 60 es gilipollas y el que con 20 es cabroncete, con 60 es un hijo de puta. En el momento lo creí, pero ahora NO. Yo he cambiado y aún me queda mucho por cambiar... Y aún me queda mucho por aprender.



Tengo 22 años y a veces parece que acabo de nacer.