Lunas que pasan

viernes, 15 de abril de 2011

Hilo de Luna

Tengo 22 años y a veces siento que he vivido 80.

Ninguna vida es "fácil", para cada uno sus problemas son los más serios, por eso mismo, porque son SUS problemas. Cuando comprendí eso fue cuando comencé a estudiar psicología, a los 18 años. No se si fue empezar la carrera o la edad, pero desde entonces he aprendido muchísimo y he descubierto la mayoría de las cosas que hoy me hacen ser quien soy, con mis virtudes y defectos (más abundantes estos últimos).


Este último año en especial, he descubierto que no hay que dar nada por sentado. Antes necesitaba tener las cosas bajo control y verdades irrefutables, quizás para sentirme más segura. Ahora se que el que es inseguro, lo va a ser incluso teniendo todo asegurado.

He aprendido que siempre es más fácil hacerlo mal que bien: Es más fácil engordar que adelgazar, es más facil mentir que dar la cara, es más fácil rendirse que luchar, es más facil hablar que escuchar y lo peor de todo, es más fácil LLORAR QUE REIR.

También, que los amigos van y vienen y no hay que hacer otra cosa por evitarlo que no sea ser nosotros mismos. Es más facil aceptarlo si aprendemos a decir "HASTA SIEMPRE" a los que estuvieron ahí pero, que por unas cosas o por otras, ya no están, y "HASTA NUNCA" a los que nunca han estado.

El mayor problema de la amistad es que las personas cambian y eso cambia las cosas ( ¿O es al revés? ). Un profesor mío decía que el que con 20 años es tonto, con 60 es gilipollas y el que con 20 es cabroncete, con 60 es un hijo de puta. En el momento lo creí, pero ahora NO. Yo he cambiado y aún me queda mucho por cambiar... Y aún me queda mucho por aprender.



Tengo 22 años y a veces parece que acabo de nacer.

1 comentario:

  1. Y lo que te queda! pero llámame idealista... pero al final la gente de buen corazón sigue siendolo con 60, también es cierto que algunos se vuelven mas egoístas y agocentristas si cabe...

    (saltito vía twitter @FoxCepin)

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